29 junio, 2016

Ensalada de albaricoques, tomates y queso de cabra [#Ponunaensalada2016]

Ay, que se nos acaba junio y casi no llego con mi segunda receta para el evento de #Ponunaensalada2016! Menos mal que por fin me he rendido a la locura que ha desatado el musical Hamilton y llevo toda la tarde escuchándolo en bucle; me está dando la energía que me hace falta estos días para enfrentarme a la apatía y los bajones que potencia el calor vespertino. Hace ya unas semanas que devoré esta ensalada de albaricoques, tomates y queso de cabra, pero la pobre casi no entra en el fabuloso recopilatorio que está reuniendo Rosilet este año. ¡Que no falten ideas de recetas!

Tomatoes apricot salad

Por cierto, ¡he aprobado alemán! Estoy contentísima, porque el examen - exámenes, que son varias partes en varios días - era muy difícil y muy complicado de preparar. Ahora ya puedo lucir el certificado de B2 con orgullo de verdad, hacía tiempo que no me sentía tan bien consiguiendo algo. Bueno, lo luciré cuando vaya a solicitarlo, lo pague y dentro de un año me llegue, que las cosas de administración en este país ya sabéis cómo funcionan, ejem.

Tomatoes apricot saladAl mismo tiempo que subían las temperaturas, reales y metafóricas - el panorama político nacional e internacional no está precisamente tranquilo últimamente -, mi madre vino la semana pasada en su ya habitual visita de bienvenida de verano, y volvieron a ser días intensos muy bien aprovechados. En realidad no pasamos tanto calor, por suerte este bochorno que tenemos en Madrid desde ayer no estuvo presente y la verdad es que disfrutamos mucho, sin planificar nada. Es lo bueno que tiene la capital, siempre hay algo que hacer y que improvisar; simplemente salir a pasear y ver tiendas con tu madre, cuando se vive lejos de ella, es un buen plan.

Tomatoes apricot salad

Ahora estoy nostálgica, claro, porque además el verano me vuelve a traer recuerdos de la infancia muy potentes. Ya os he contado más de una vez por aquí que mis vacaciones de verano siempre han tenido como escenario la casa de campo de mis padres en Murcia, dentro de un pequeño caserío en el que todos los vecinos somos familia. Además, los recuerdos de las vacaciones de verano dejan una huella especial en la memoria, y hay un montón de olores estos días que están despertando muchas imágenes en mi cabeza. La crema solar que me estoy poniendo para salir a correr, la sección de flotadores, chanclas y colchonetas del hipermercado, el gazpacho, el cloro de la piscina, esa humedad del alba tempranera, los tomates y la fruta... Ay, los tomates y la fruta. Qué maravillosos son los productos de temporada estival, casi perdono el calor al verano por eso.
Tomatoes apricot salad
Pues de fruta y tomates va la ensalada de hoy. Me vuelven loca los albaricoques - solo hay que echar un ojo a mi recetario para comprobarlo - y me recuerdan al albaricoquero que tenía mi padre antes de que el pobre muriera. Estoy aprovechando la corta temporada para comer un montón, pero también intento acordarme de reservar algunos para cocinar con ellos. Tenía ganas de usarlos en una ensalada y el evento de Rosi fue la excusa perfecta. Es una receta sencillísima cuya clave reside en la calidad necesaria de la materia prima: tomates que saben a tomate, albaricoques sabrosos y aromáticos, un buen queso de cabra meloso y aceite de oliva de calidad. La albahaca fresca añade un toque muy sabroso y fresco, si no téneis una macetita como nosotros en casa se puede cambiar por otra hierba, o algún equivalente seco de la despensa. Ah, un último consejo: no olvidéis el pan.

Con esta ensalada participo en #Ponunaensalada2016 que organiza Sugg-r and some Salt con la colaboración de Makro, Koldo Royo & Afuegolento.com, Coc-korikóLafiore, Quely, Aubocassa, Santiveri, Larousse Editorial y Un huerto en mi balcón.

Receta de ensalada de albaricoques, tomates y queso de cabra
Inspiración: mi pasión albaricoquera y Serious Eats
Ingredientes con cantidades a ojo según comensales

- tomate variados de varios tamaños y colores
- albaricoques bien sabrosos
- queso de rulo de cabra sin corteza
- albahaca fresca
- tomillo
- cebollino fresco
- sésamo negro
- limón o lima
- pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
- sal gruesa

Lavar y secar bien los tomates y los albaricoques. Trocear los tomates a gusto según el tamaño, preferiblemente en cuartos, y mezclar en una fuente. Cortar en cuartos los albaricoques si son grandes, por la mitad si son pequeñitos, desechando los huesos.

Añadir el queso de cabra desmenuzado, un manojo de albahaca fresca picada, cebollino picado, tomillo, sésamo negro al gusto, ralladura de limón y un poco de zumo. Mezclar todo bien, dejando que el queso se deshaga un poco. Salpimentar y aliñar con un buen chorrico de aceite de oliva virgen extra. Acompañar de buen pan, preferiblemente con corteza crujiente y buena miga.

Tomatoes apricot salad

La próxima receta también tendrá albaricoques, pero será dulce ;).

19 junio, 2016

Ensalada de cebada al hinojo con espárragos y aguacate [#Ponunaensalada2016]

Barley asparagus salad with avocado

Estamos a puntito de entrar de verdad en el verano, a pesar de que la semana pasada ya nos adelantó la temporada con una primera ola de calor. Sabréis que no me hace ninguna ilusión, pero cada año intento tomármelo con optimismo y centrarme en las cosas que sí me gustan de la estación calurosa, que además no son pocas. Mientras pueda dormir por las noches y encender el horno no sea una tarea de alto riesgo de muerte, podré sobrellevarlo. Afortunadamente, esta vez hemos tenido un respiro justo antes de despedir la primavera, aunque sé que por Europa no están nada contentos con este tiempo... Mi abuelastra en Suiza ha tenido que encender la calefacción y hay inundaciones! Pobres, si es que para tener un país tan verde estas cosas son inevitables. Pero yo venía a hablar de ensaladas, así que vamos a volver a pensar en calorcico y platos frescos veraniegos; ¡tenemos una vez más aquí el súper evento 'Pon una ensalada en tu verano'!

A pesar de ser murciana, mi madre nunca deja de cocinar durante los abrasadores meses estivales platos calientes. De hecho, no le hacen nada de gracia las legumbres en frío, y cada semana de julio y agosto cae su plato de cuchara de lentejas -deliciosas, eso sí-. De primer plato sí que hay ensalada de tomaticos y de postre melón o melocotones fresquitos, pero en mi familia no nos rendimos ante el calor a la hora de cocinar. Sin embargo, cuando estaba ya saliendo de la adolescencia incorporamos las ensaladas de pasta a nuestras vidas, y ahora es uno de los platos fijos que caen cuando más suben las temperaturas en nuestros veranos murcianos, y también la ensalada de patata. Eso sí, que mi padre no esté para comer porque tiene un trauma con las ensaladas desde que es niño.

Barley asparagus salad with avocado

Yo sí que comparto la pasión ensaladera de nuestra querida Rosilet y por eso me uno a su llamamiento de cada año para sumar ensaladas a su recetario. Me gusta sobre todo poder aprovechar productos de temporada, hacer platos completos con lo que haya en la despensa y que se puedan preparar con antelación. Son perfectas para hacer de sobra y poder repetir al día siguiente o en la cena, y van genial para el tupper del elfo. No me gustan las ensaladas muy frías, eso es verdad, porque además matan los sabores y eso es pecado cuando tenemos, por ejemplo, tomates deliciosos. Voy a intentar participar este año de nuevo con al menos dos recetas de ensaladas, nada complicadas, y empiezo con una propuesta vegana pero bien nutritiva y sabrosa que, como casi todas las ensaladas, se puede tunear al gusto sobre la marcha.

Con esta ensalada participo en #Ponunaensalada2016 que organiza Sugg-r and some Salt con la colaboración de Makro, Koldo Royo & Afuegolento.com, Coc-korikóLafiore, Quely, Aubocassa, Santiveri, Larousse Editorial y Un huerto en mi balcón.

Ensalada de cebada al hinojo con espárragos y aguacate
Inspiración: mi despensa y los productos del mercadillo
Receta con cantidades a ojo según comensales

- 40-60 g de cebada perlada por ración
- 1 manojo de espárragos verdes finitos
- 1/4 bulbo de hinojo con su tallo
- 1/2 aguacate pequeño por persona
- 1 manojo de rúcula o canónigos
- 1 puñadico de tomates coloridos
- tomillo fresco o seco, en su defecto
- zumo de lima o limón
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra
- sal

Preparar la cebada siguiendo instrucciones del paquete, dejándola al dente. Escurrir y dejar enfriar bien, procurando que el grano esté suelto. Recomiendo aprovechar para cocer una buena cantidad, se puede usar en miles de platos como si fuera arroz.

Lavar los espárragos, cortar la punta de los tallos si estuviera algo pocha y cocer al vapor para dejarlos también al dente, o a la plancha. Picar muy finito el trozo lavado de hinojo y separar las hojitas del tallo. Lavar los tomates, la rúcula si fuera necesario y trocear el aguacate.

Mezclar bien la cebada con el hinojo picado y añadir una parte de las hojas, tomillo y un poco de sal. Montar una ración individual o una gran fuente de ensalada mezclando todos los ingredientes. Salpimentar y aliñar al gusto con zumo de lima o limón y buen aceite de oliva virgen extra.

Barley asparagus salad with avocado

A mí me gusta preparar platos individuales con cada ingredientes separadito, aunque la segunda ración de la ensalada fue para una tartera todo bien mezclado, un día que tocó excursión fuera de casa. También recomiendo echar una buena cantidad de zumo de lima sobre el aguacate, al menos a mí me chifla ese toque ácido.

¡Feliz domingo!

10 junio, 2016

Viajando: Viena II - Devorando la ciudad

Viena - Tarta de chocolate

Espero que sepáis disculpar el retraso en publicar esta entrada, y la falta de actualizaciones en general. Estoy pasando una racha algo complicada en la que, de nuevo, se me han juntado mil cosas, y el calor que al final ha venido de golpe me está sentando fatal. Pero bueno, en una semana espero estar más calmada y a ver si las pobres recetas que llevan esperando una eternidad pueden ver finalmente la luz. Y como necesio evadirme un poco, qué mejor que volver a Viena un mes después para recordar la parte gastronómica de la escapada.

Viena - Nordsee fast food

Tengo que señalar algunas cosas. Primero, nuestro viaje tenía un presupuesto muy ajustado y ya sabéis que la parte alimenticia cuando uno ejerce de turista se nos puede ir de las manos. Así que fuimos por lo práctico y barato. Segundo, la cocina austriaca más tradicional no la olimos, salvo en cuestión de tartas. Esos platos que tanto le gustan a mi padre, con sus carnazas, sus salsas, sus patatas, sus guisotes, sus Semmelknödel y demás, me los guardo para recrearlos en invierno en casa porque al elfo sí le gustarán. Tampoco cayó al final ningún Wienerschnitzel, porque o los sirven en sitios excesivamente turísticos o son restaurantes más tradicionales que se suben de precio. Tercero: sí, ha habido muchas Kuchen, Torten y Strudels. Aquí hay una pequeña muestra.

Viena - Demel

A nadie le extraña ya encontrarse las mismas franquicias multinacionales cuando viaja por ciudades turísticas, y más en capitales de la talla de Viena. Así que por el centro podéis esperar las típicas cadenas de fastfood que solucionan tanto la vida a los viajes de estudiantes. Pero si tenéis que pillar algo rápido, a precio aceptable, y más si vamos con niños, la franquicia Nordsee no es mala opción del todo. Tiene cosas rápidas para tomar en el momento y luego una opción de platos calientes para pedir y tomar en el local, con la característica de que todo son productos del mar. Y hay platos veganos, como la hamburguesa Portobello con pesto de nueces que calmó mi hambriento estómago a nuestra llegada. Nos moríamos de hambre, era tarde y había mucha gente en todas partes: fue nuestra salvación en aquel momento.

Viena - Gelato

Otra cosa que me llamó la atención, ¡hay muchas heladerías! Y además de buena calidad y muchas a buen precio. Las hay incluso ecológicas y veganas, y la mayoría incluyen muchos sabores aptos para intolerantes y alérgicos. Nosotros tomamos más de un helado; por ejemplo los de la foto son de Paolo Bortolotti, que tiene un buen local en una de las calles imprescindibles para hacer compras, Mariahilferstraße. Empezó de repente a llover mucho, nos refugiamos dentro y calmé mi antojazo de helado con esa copa de tres sabores sin lactosa que no llegó a costarme ni 4€.

 Viena -

El día que fuismos al Prater y dimos un largo paseo hasta el estadio de fútbol el tiempo estuvo revuelto. Al terminar nuestro particular tour - tenían puertas abiertas y nos colamos como quien no quiere la cosa para sacar fotos del campo - empezó a llover, teníamos hambre y estábamos cansados. Menos mal que siempre hay un centro comercial junto a las instalaciones deportivas y pudimos pillar algo rápido para almorzar, en una de esas típicas cafeterías que tienen mil sándwiches, bocadillos y ensaladas listas para tomar. Me apetecía algo calentito y me dejé seducir por una crema de verduras llena de ingredientes y nada de lácteos, que os juro que me supo a gloria. Me encantó el detalle de qu te la den con una buena rebanada de pan de centeno, y es que... ay los panes centroeuropeos. El día que volvimos metí varios en la maleta de camino al aeropuerto, obviamente :P.

Viena - Ristorante Danieli

Viena - Ristorante Danieli

 Viena - Ristorante Danieli

Nos dimos un pequeño capricho aquella noche cuando empezó a llover en serio, ya que teníamos una invitación de parte de mi madre a un restaurante un poco más de verdad. Para no complicarnos la cabeza buscando algo que tuviera opciones para el elfo y para mí - sobre todo para mí, que soy la especialita -, entramos a un italiano que hay en la calle donde nos alojábamos: Danieli. El elfo llevaba tiempo arrastrando antojo de pizza, así que entramos. Y fue toda una sorpresa, porque si bien en la teraza solía haber turistas, dentro el local es más grande, estilo Osteria, muy agradable, y estaba lleno de vieneses de todo tipo.

 Viena - Ristorante Danieli

Viena - Ristorante Danieli

Viena - Ristorante Danieli

La carta además era mucho mejor de lo que esperaba, con mucho más que solo pizza y pasta, y yo disfruté muchísimo de mis sardinas con alcachofas frescas y vinagreta de tomate y alcaparras al limón. Los postres de este ristorante también son dignos de dejarse un hueco, deliciosos, y además acabo de comprobar que cambian con frecuencia la carta según la temporada de productos.


Viena -

Viena - Ensalada

Por el centro, muy cerca de Danieli, hay otro sitio perfecto para almorzar, desayunar o merendar en plan informal y rápido. De esos sitios que tienen platos para todos los gustos, equilibrados y con precios que no asustan, sin grandes pretensiones: Café Coffee Day. Es estilo cafetería joven y con carta de platos sencillos estilo bocadillos, hamburguesas, sopas, pasta o ensaladas. Mi elección fue una ensalada con pollo, aguacate y trozos crujientes de pan rústico muy apañada. Ah, y buen café. Nos vimo perfecto al salir del Museo Albetina, que está a dos pasos de allí, y cuya cafetería no solo se disparaba de precio sino que estaba a tope de gente.

Viena - Naschmarkt

Viena - Naschmarkt

Viena - Naschmarkt

Viena - Naschmarkt

Un sitio imprescindible que nadie se puede perder en Viena, sobre todo si nos gusta la gastronomía, es el Naschmarkt. Una calle larga en la que se reparten unos 120 puestos de comida y productos de muchas partes del mundo, con una gran oferta de verduras, frutas, frutos secos, especias, quesos, dulces, productos asiáticos y exóticos, ecológicos, etc., y una buena selección de puestos y restaurantes para comer. En el Naschmarkt hay una interesante oferta culinaria para los amantes de sabores del mundo, algunos en puestos muy de calle para pedir y llevar en el momento, otros con locales más completos que incluyen mesas a cubierto.

Viena - Neni

Viena - Neni

Viena - Neni

Viena - Neni

Es cierto que es muy turístico y también muy popular entre los vieneses, así que mejor evitar los fines de semana, y casi mejor ir por la mañana. Nosotros entramos a comer a uno que parecía popular y muy mono, y resultó ser genial: Neni, con especialidades israelíes y orientales. Pedimos un variado de platos de-li-ci-o-sos: pan pita, hummus, kebab con verduras asadas, babaganoush y ensalada marroquí de alcachofas con harissa. Muy, muy recomendable.

Viena -

Viena - Demel

Viena - Apfelstrudel

Y dejo para el final las tartas. Es imposible no dejarse seducir por los escaparates de las muchísimas cafeterías y pastelerías que hay por toda Viena. La Sacher-Torte del Hotel Sacher es la original y más famosa, pero hay una oferta enorme por toda la ciudad que merece la pena descubrir. Desde los cafés más tradicionales que conservan su punto añejo hasta propuestas más jóvenes, alternativas o chic. De las más conocidas, Demel me gustó, aunque suele tener mucha gente dentro pero el servicio es eficiente y la oferta de tartas y dulces amplísima. Además se puede ver el obrador una vez dentro y tienen sucursal en el aeropuerto para caprichos de última hora.

Viena -


Viena -

Yo me dejé seducir por otra especialidad que adoro, el Apfelstrudel, que en el Café Museum es espectacular y sirven con su decadente salsa de vainilla bien calentito. También es bueno el de Demel, más delicado, y en todas partes hay muchas opciones con frutas. El elfo siempre se deja llevar por el chocolate, y os aseguro que no solo de la Sacher vive el hombre. De hecho, mucha gente critica que la Sacher verdadera es algo seca o mazacote, aunque creo que depende del día que te toque, porque la que yo he probado sí estaba deliciosa. En las Oberlaa hay una buena variedad de tartas y dulces, con muchas opciones incluso libres de alérgenos. Y es que se agradece muchísimo que en casi todos los sitios de comida y bebida se incluya información detallada de todos los ingredientes, señalando qué es apto para celíacos, veganos, alérgicos al huevo o intolerantes a la lactosa, entre otros. Nos queda mucho por aprender en España en este sentido.

Viena -

Ah, me quedaba hacer una referencia a los cafés, que en Viena son un asunto muy serio. En la capital austriaca lo de tomar café puede ser tan complejo, o más, que en Italia, pues tienen muchísimas variedades y formas de tomar el café, con sus propios nombres que nada tienen que ver con los suizos o alemanes. Lo malo es que aquí sí se suelen disparar los precios, pero los más cafeteros no deben perderse algunas de las especialidades.

Viena -

Será mejor que concluya aquí esta última visita a Viena, creo que he dejado una buena muestra de lo que nuestros estómagos pudieron probar en estos intensos días. Lo mejor es dejarse sorprender un poco y dejarse llevar, vigilando que no nos acribillen con los lugares atrapa-turistas y buscando donde van los locales a por sus almuerzos, meriendas y desayunos. Luego se puede quemar todo sin problemas si uno se anima a ir a todas partes andando, en eso no hay problema ;).

¡Buen fin de semana!
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