30 octubre, 2013

Cupcakes de Halloween con glaseado de frambuesa y figuritas

Madre mía, tenía esta receta preparada con antelación y casi se me echa noviembre encima! Llevo unos días en los que no sé dónde estoy... Seguro que todos habéis pasado rachas en las que parece que se junta el hambre con las ganas de comer, surgiendo imprevistos y compromisos varios todos al mismo tiempo. Creo que por eso tengo la espalda otra vez cargadísima, aunque igual el cambio brusco de tiempo también influye.
Y es que... ¡por fin hace frío!

Vale que la semana pasada llovió con ganas, pero ahora es cuando finalmente guardo la manga corta y saco mis amados jerséis y chaquetas :). Qué gustito ponerse el pijama largo y acurrucarse debajo de la manta en el sofá ^_^.

Halloween cupcakes

Mientras yo ya tengo la cabeza en otra cierta festividad (ejem), traigo la segunda y última receta de Halloween por este año. Son cupcakes pero sin buttercream, decorados con una glasa sencillita y un toque de glamour violeta-púrpura gracias a Silikomart. Estas cositas sí que me gustan de verdad, un toque oscuro, unas cuantas brujas, gatos maléficos y calabazas, nada de sangre falsa, líquidos viscosos verdes o simulaciones comestibles de ojos y vísceras. Yo apoyo un Halloween cute, aunque con un puntito terrorífico, por qué no :).

Halloween cupcakes

Ha sido la primera vez que he probado cómo se manejan las masas de sugar paste, pasta de azúcar, y he podido comprobar qué tal funcionan los moldes de Sugarflex. La verdad es que es una gozada lo fácil que resulta; la pasta se amasa como si fuera plastilina y los moldes van de maravilla. Tengo pendiente probarlos con chocolate fundido o con mazapán, a ver qué tal. Son comestibles pero a no ser que seáis muy golosos seguramente haríais como yo, dejar las figuritas para decorar la casa :).

Cupcakes de Halloween con glaseado de frambuesa
Ingredientes para unos 10-12 cupcakes

- 100 g de mantequilla sin sal
- 85 g de azúcar moreno
- 75 ml de leche
- 1 cucharada de melaza
- 1 huevo L
- 150 g de harina de repostería con levadura incorporada
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cuccharadita de sal

- 100 g de royal icing
- 1-2 cucharadas de agua
- azúcar de colores con aroma de frambuesa
- figuras de Halloween para decorar

Halloween cupcakes

Precalentar el horno a 175ºC y preparar una bandeja para muffins. Tamizar en un cuenco la harina con las especias y la sal.

Derretir la mantenquilla con la melaza en un cazo. Añadir el azúcar y mezclar suavemente a fuego bajo hasta que se haya incorporado bien. Dejar enfriar unos minutos. Batir el huevo con la leche y añadir a la mezcla de mantequilla, mezclando bien.

Echar los líquidos en el recipiente de la harina y mezclar suavemente con movimientos envolventes. Dividir la masa en los moldes, sin pasarnos de llenar dos tercios cada cavidad. Hornear durante unos 30 minutos, hasta que estén dorados y al pincharlos con un palillo salga limpio.

Esperar unos minutos, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Para decorar, mezclar bien el royal icing con un poco de agua hasta conseguir una textura suave untable. Cubrir con ella cada cupcake. Decorar con el azúcar de colores y con una figura de Halloween de pasta de azúcar, mazapán, fondant o chocolate.

Halloween cupcakes

Celebréis o no Halloween o el Día de Todos los Santos, sobre todo pasadlo muy bien estos días. A ver qué tal se presenta noviembre... ¿llegará pronto la primera gran helada? ¿Nevará este año de forma decente en Madrid? Qué intriga :P.
24 octubre, 2013

Albóndigas de soja en salsa de tomate con arroz - Comida para llevar {Ventanas Verdes}

Con el mes de octubre ya tan avanzado, y con la llegada ¡por fin! del otoño, la mayoría nos hemos readaptado ya a las rutinas cotidianas, y eso implica también a las comidas. Hay mucha gente que come fuera de casa, ya sea en el trabajo, escuela o centro de estudios.

Creo que hasta no hace mucho, en España tradicionalmente se ha comido en cafeterías, comedores y menús del día en bares y restaurantes, pero parece ser que desde la crisis esto ha ido cambiando. Al menos es la impresión que yo tengo, pues cada vez más niños llevan su tupper al cole, o más trabajadores comen en la misma oficina con platos llevados de casa. Llevarte tu propia comida resulta más económico y nos permite controlar mejor los nutrientes de nuestros menús, y por eso hemos querido dedicar a este tema las recetas de este mes de Ventanas Verdes.

Soy meatballs in tomato sauce with rice

Es un tema algo desconocido para mí hasta ahora, porque cuando era niña y adolescente jamás comí fuera de casa. Tuve el colegio, el instituto y la universidad siempre a no más de 10 minutos de casa andando, así que siempre me esperaba la comida de mi madre en la mesa. Mi padre, por circunstancias de su trabajo, normalmente almorzaba por ahí y nunca se llevó comida de casa.

Cuando me vine a Madrid, el elfo contaba con un presupuesto para menús del día en la empresa que trabajaba, y cuando se quedó en el paro por el maldito ERE pues comía conmigo en casita. Pero por suerte lleva unas semanas en una nueva empresa y ahora sí que tiene que llevarse la comida, así que estos días ando readaptándome a cocinar platos saludables y apetitosos que pueda meter en un tupper y calentarlo en su oficina.

Esta receta es del tipo que más me gustan por ahora para prepararle, con salsita para no perder sabor y que permite combinar varios ingredientes en un mismo recipiente. Además intento que la carne no sea la única fuente de proteínas de su dieta (es un carnívoro empedernido), por lo que pensé en unas albóndigas de soja en salsa de tomate con guisantes que van muy bien con un poco de arroz.

Receta de albóndigas de soja
Ingredientes para unas 10 unidades, dependiendo del tamaño

- 100 g de soja texturizada fina
- un trocito de caldo concentrado de verduras (opcional, mejor ecológico y reducido en sal)
- 1 cebolleta pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria grande
- un poco de salsa Worcestershire
- 1 cucharada de levadura de cerveza en copos
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- pimienta negra y sal
- 1 huevo
- pan rallado
- harina integral
- aceite de oliva virgen extra

Poner la soja texturizada en un cuenco y cubrir con el doble de agua templada, con el caldo concentrado bien mezclado si lo usamos. Dejar reposar unos 30 minutos.

Picar la cebolleta y el diente de ajo. Trocear en cubitos pequeños la zanahoria. Calentar un poco de aceite en una sartén y pochar la cebolleta unos minutos. Añadir el diente de ajo y la zanahoria y saltear unos minutos. Sazonar con la salsa Worcestershire al gusto. Tapar y dejar cocinar a fuengo suave hasta que la zanahoria esté bien blanda. Dejar en friar un poco.

Soy meatballs in tomato sauce with rice

Escurrir bien la soja y colocarla en un cuenco amplio. Añadir las verduras pochadas, la levadura de cerveza, las hierbas provenzales y salpimentar. Añadir el huevo y mezclar bien. Incorporar pan rallado mientras mezclamos, hasta que se tenga una masa manejable.

Tomar porciones con las manos húmedas y formar pequeñas albóndigas. Rebozarlas ligeramente en la harina integral y cocinarlas en una sartén con un poco de aceite, dorándolas bien por todos lados. Dejarlas escurrir en un plato con papel absorbente.

Preparar una salsa de tomate al gusto, añadiendo unos guisantes al final de la cocción (frescos, de conserva o congelados, todos van bien). Incorporar las albóndigas de soja cuando la salsa esté en su punto y dejarlas cocinar a fuego sauve unos minutos. Aparte, cocer arroz blanco dejándolo al dente.
Servir una ración de albóndigas en salsa con arroz disponiéndola en un recipiente apto para llevar y calentar.

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Las fotos son cutrecillas porque me puse a cocinar por la tarde, se me iba la luz y tenía mucha prisa y caos por conseguir fotografiar el tupper antes de que fuera demasiado tarde. Tengo que conseguir un buen recipiente de comida para llevar, estilo bento japonés, para que al menos el acabado final sea más mono.
Y no os perdáis las ideas de mis compañeras de Ventanas Verdes, todas deliciosas y con mucha mejor pinta que la mía!  ;)
20 octubre, 2013

Mini dónuts de calabaza con glaseado ligero de canela

Domingo temprano por la mañana, sigue muy oscuro y hace un rato que cae una lluvia suave. El elfo tiene que madrugar hoy para ir a jugar al fútbol así que quiero aprovechar para hacer un poco de limpieza dominguera antes de ir con mi suegra al mercadillo. Por cierto, será mejor que busque el chubasquero...
Por el momento está siendo una estafa de otoño así que un día así de gris, húmedo y fresco es para mí un verdadero wunderschöner Herbstag. Ya estoy de sol y calorcito hasta el moño.

Mi otoñitis se suele manifestar en invasión de calabazas en mi cocina, así que no os asustéis si me pongo algo monotemática (como si eso fuera una novedad por aquí). No sólo tengo un buen montón de calabazas en la despensa, sino que también me quedan algunas porciones en el congelador, y creo que uno o dos botes de 100% Pumpkin

pumpkin-donuts

Aprovechando el otro día que me sobró una pequeña cantidad en otra receta, saqué mi maquinita de mini dónuts y probé una de las (miles) recetas que tengo con ese maravilloso vegetal. La máquina me la traje sin querer del Lidl hace un par de años, es que estaba taaaan barata y los mini dónuts son taaaaan monos...
Obviamente, estas recetas de dónuts horneados no nos dan los mismos resultados que la masa de dónut "de verdad", con sus levados y fritos, pero a mí me gustan mucho porque se hacen en un periquete, son ligeritos y tiernísimos. Ah, no tengo las cantidades en gramos porque ese día las pilas de mi peso decidieron morir, pero no es una receta que requiera mucha precisión. Usé una taza de 250 ml.

Mini dónuts de calabaza
Receta adaptada de Confections of a Foodie Bride
Ingredientes para unas 15 unidades mini

- 3-4 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de mantequilla, derretida
- 1 huevo L
- 60 ml de puré de calabaza
- 1 taza de harina (unos 125 g)
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizquita de sal
- 1/4 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- 1/4 cucharadita de clavo molido 
- 1/8 cucharadita de nuez moscada molida
- azúcar glasé, leche y canela molida para el glaseado

La receta no podría ser más sencilla, pues básicamente es mezclar todo y ponerlo en la máquina. Batir en un cuenco el azúcar con la mantequilla derretida; añadir el huevo y la calabaza. Tamizar encima la harina con la levadura química, la sal y las especias, y mezclar con unas varillas hasta tener una masa homogénea sin grumos.

Preparar la máquina de dónuts según las instrucciones del fabricante, o precalentar el horno a 170ºC y engrasar una bandeja de moldes de dónut. Se puede colocar la masa en una manga pastelera o bolsa de congelar y llenar los huecos cortando la punta, o directamente con una cuchara. Cocinar los dónuts hasta que estén doraditos y dejar enfriar sobre una rejilla. Mezclar un poco de leche con canela molida y azúcar glasé para el glaseado, y pintarlos o bañarlos cuando estén fríos.

pumpkin-donuts2

Que tengáis un buen domingo y una mejor semana. Y, de verdad, aprovechad al máximo cada minuto, que nunca se sabe lo que nos traerá cada nuevo día. Perdonad el desvarío filosofico, pero después de recibir varias buenas noticias a un amigo le ha ocurrido algo terrible y ha sido como un baño de agua fría que me ha dejado pensando en muchas cosas...
Bueno, sed felices y punto ;).
16 octubre, 2013

World Bread Day 2013 - Pan multicereales con masa madre #wbd

Un año más celebramos el World Bread Day, el Día Mundial del Pan (y Día Mundial de la Alimentación), el macro-evento-bloguero-gastronómico que inició Zorra (laollasuiza) desde su blog 1x umrühren bitte aka kochtopf hace hace ya ocho años. Cada nueva cita se suma más gente de todo el mundo para festejar el día en honor a uno de los productos más maravillosos que ha creado el ser humano: el pan, en todas sus formas.

World Bread Day 2013 - 8th edition! Bake loaf of bread on October 16 and blog about it!

Cada año me repito, lo sé, pero es que adoro el pan, y mucho más hacerlo por mí misma. Como buena suiza, el pan es un imprescindible en mi dieta diaria, pero pan del bueno, no barras chiclosas insípidas de harinas refinadas malas con ganas. Me alegra ver que en los últimos años la cultura del pan de verdad se está extendiendo por todas partes y cada vez surgen más panaderías y hornos que saben lo que hacen, y sobre todo que más gente se anima a hornear sus propios panes en casa.

Multigrain sourdough bread


Mucho ha llovido desde mi primer intento con levaduras y harinas, y aunque los inicios son algo difíciles, el mundo de la panadería casera tarda poco en atraparte. Me queda muchísimo por aprender y me apasiona leer a los maestros que realmente dominan el universo de masas, aunque yo he conseguido encontrar mi propia rutina panadera, humilde pero efectiva.

El primer mes de diciembre que pasé en Madrid elaboré mi segundo intento de masa madre, siguiendo las indicaciones del genialérrimo Ibán Yarza. Este 2013 cumplirá cuatro añitos, he conseguido mantenerla viva todo este tiempo y siempre me regala unos panes maravillosos. Incluso cuando la dejo solita en casa durante más de un mes en verano, la pobre me espera aletargada en la nevera, y cuando la despierto al volver me recibe con una energía increíble. Si es que se les coge cariño :).

Multigrain sourdough bread

Mi pan rutinario que cae prácticamente cada semana es una adaptación del pan de molino de Dan Lepard, tuneando la receta según las harinas que tenga por casa, pero cuando tengo algo más de tiempo para planificarme (aunque tampoco hace falta demasiado) me gusta hacer un buen soaker. El soaker no es más que una mezcla de cereales y semillas que se deja en agua varias horas antes de elaborar la masa del pan.
Al hidratarlos, los granos y semillas se funden con la masa y resultan muy suaves, evitando encontronazos duros al masticar. Además potencian nutricionalmente los panes y les dan más aroma y sabor, más cuerpo. La receta de Chocolate and Zucchini es la que usé por primera vez como inspiración y la que me sirve para utilizar com base cuando quiero un pan gordote y multicereales.

Pan multicereales con masa madre
Receta inspirada en Chocolate and Zucchini
Para 1 pan de unos 1300 gr (panaco)

Soaker

- 90 gr de una mezcla de semillas (sésamo, pipas de girasol, linaza oscura, linaza dorada, amapola)
- 50 gr de granos de centeno
- 40 gr de copos de centeno
- 200 gr de agua casi hirviendo

Disponer en un recipiente todas las semillas con los granos y copos de centeno. Verter el agua hirviendo, mezclar bien, tapar con un paño y dejar reposar toda la noche. Se puede usar otra mezcla de semillas y cereales al gusto o probar a jugar con otros líquidos para hidratarlos.

Multigrain sourdough bread

Masa final

- 250 gr de masa madre bien activa
- 300 gr de agua ligeramente tibia
- 200 gr de harina de centeno integral
- 200 gr de harina de espelta integral
- 200 gr de harina de trigo de fuerza
- 2 cucharaditas de sal fina (aunque últimamente racaneo en sal y pongo algo menos)
- 1 cucharada colmada de melaza o miel
- todo el soaker

Mezclar la masa madre con el agua en un recipiente grande. Añadir las harinas y trabajar todo junto hasta formar una masa pegajosa. Tapar y dejar reposar 30 minutos (autólisis).

Añadir la sal, la melaza y el soaker, y amasar el conjunto según el método que más nos guste: a máquina, todo de un tirón a mano, practicando amasados cortos, haciendo pliegues, etc. Debe quedar una masa algo pegajosa, pero elástica y suave.

Yo mezclé con máquina, amasé un poco a mano de corrido y luego dejé la masa reposar tapada en un cuenco con aceite; durante tres horas le dí unos pliegues cada hora, aproximadamente. En otras ocasiones la masa me sale con mayor hidratación y me limito a darle amasados rápidos y cortos cada ciertos periodos de tiempo, al estilo de Lepard, un poco a ojo. La propia masa te va dicendo cuando está lista, y es un placer sentir y ver cómo evoluciona bajo tus manos.

Hornear a 220ºC con vapor unos 15 minutos. Bajar la temperatura a 200ºC y seguir horneando hasta cumplir 1 hora de tiempo total. Tapar con papel de aluminio si empezara a tostarse demasiado. La parte de abajo debe sonar hueca al darle unos golpecitos. Dejar enfriar sobre una rejilla y aguantar las ganas de cortar una rebanada hasta que se haya enfriado completamente. Aguanta de maravilla muchos días.

¡Viva el pan-pan!
12 octubre, 2013

Pastelitos o mini cakes de Halloween decorados con royal icing

Por fin he sacado la ropa de entretiempo para correr, que me tapa lo justo para no helarme con las ráfagas frías que soplan por mi barrio por las mañanas. Me encanta cuando el otoño es otoño de verdad, sobre todo al ir observando los cambios en la vegetación los días que toca mover las piernas. Poco a poco las arboledas se van llenando de hojas secas de todas las formas y tonos de marrones y ocres que me pueda imaginar. Si fuera un perro me lo pasaría genial revolcándome en ellas.

Imagen vía

Desde que vivo en Madrid hay otra cosa que marca la llegada real del otoño, y es precisamente el día de hoy, el Pilar o la Hispanidad, como prefiráis. Y es que viviendo en el Barrio del Pilar, obviamente es semana de fiestas. Son unas fiestas muy de barrio (seguro que os hacéis una idea) pero tienen su encanto, como todas. No me hizo mucha gracia oír los conciertos anoche de madrugada desde la cama, pero bueno, un día es un día.

Así que declaro oficial la llegada el otoño en mi casa y en mi blog, y, como no podía ser menos, tengo los ojos (y el estómago) puestos en Halloween. Americanada o no, no es una fiesta que se la inventaran en EEUU ni mucho menos, pero toda la parafernalia que le meten por allí me parece genial y especialmente divertida para la cocina y la repostería. Así que este año he aprovechado el ofrecimiento de Silikomart para jugar con un lote especial de Halloween que acaban de sacar para la ocasión.

Halloween mini cakes

Para esta primera receta he usado el modelo SF 116 Halloween con 6 moldes de pequeñas cavidades en formas de calabazas, gatos y momias. Se puede emplear para hacer masas de tipo bizcocho para meter al horno, o se puede usar en frío para prearar mousses y gelatinas. Además he probado la mezcla de Royal Icing blanco y el lápiz decorador Wonder Gel negro.

Los moldes de silicona van de maravilla para hacer pastelitos, ya que la masa de estilo cake queda mucho mejor en cavidades con diferentes formas y detalles, como es el caso. La mezcla de royal icing también me ha parecido muy práctica, sólo hay que ir mezclando el polvillo con agua hasta conseguir la consistencia deseada. Es la primera vez que uso una mezcla preparada de estas y la verdad es que ahorra tiempo a la hora de prepararla.


Halloween mini cakes

Pastelitos de Halloween decorados con royal icing
Ingredientes para 8 pastelitos

- 150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 175 g de harina con levadura incorporada*
- 75 g de leche
- 130 g de azúcar
- 3 huevos L
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de vainilla
- 1/2 cucharadita de canela
- 1 pizca de clavo o nuez moscada

* O podemos emplear harina de repostería normal y añadir 1 y 1/4 cucharaditas de levadura química (impulsor).

Precalentar el horno a 180ºC y preparar los moldes. Si es la primera vez que se usan moldes de silicona, es conveniente lavarlos primero con agua caliente y engrasarlos un poco con mantequilla.

Tamizar en un cuenco la harina con la levadura química (si usamos), la sal y las especias. Añadir la esencia de vainilla a la leche y mezclar ligeramente.
En otro recipiente más grande, batir usando batidora de varillas la mantequilla con el azúcar, hasta que quede una mezcla esponjosa, unos 3-4 minutos. Añadir los huevos de uno uno, sin dejar de batir, a baja velocidad.

Incorporar la harina y la leche, alternando, comenzando y terminando con la harina, y sin dejar de batir a velocidad baja tras cada adición. Mezclar hasta que esté homogéneo.

Dividir la masa en los moldes y hornear durante unos 20-25 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Esperar unos minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.

Halloween mini cakes

Como he comentado antes, para la decoración he empleado unas cuantas cucharadas de la mezcla ya preparada de Silikomart Royal Icing, añadiendo un poco de agua hasta conseguir la textura necesaria. A partir del blanco añadí colorantes naranja y negro para crear los tres tonos sencillos que he usado en estos pastelitos. Además he repasado algunos detalles con el Wonder Gel de color negro, que tiene un bonito tono brillante y se aplica con mucha facilidad.

Ahora que los niños de la familia del elfo están viviendo en Alemania no tengo excusa para preparar cosas como estas, pero siendo sincera... soy yo la que más disfruta con ellas :P. Y el elfo, aunque "protestó" porque todavía faltan días para Halloween, bien que dio su visto bueno desayunando con estos mini cakes. Y no me he adelantado tanto, creo yo, y menos comparándome con ciertos comercios que ya han sacado los turrones (ejem).

¡Buen fin de semana!
08 octubre, 2013

Café - Restaurante National Geographic Store. Un viaje de sabores por todo el planeta en la Gran Vía de Madrid

En mi casa siempre hemos sido muy lectores. Me he criado rodeada de los libros y revistas de mis padres, más libros de mi madre y más revistas de mi padre. Antes de aprender a leer, me encantaba meter la mano en el revistero y hojear esas páginas que tanto parecían interesar a mi padre, y aprendí un poco a leer con ellas. Recuerdo especialmente tres: El Jueves, la revista Time y los National Geographic.

Entrada del local, con el restaurante arriba y la tienda abajo. Imagen de National Geographic Store Madrid
Supongo que fue él quien me hizo sentir tanta curiosidad por descubrir otros lugares del mundo, otras culturas y otros paisajes, y ese amor por la naturaleza y los animales. Me encantaba repasar cada nuevo número de la revista desde el principio hasta el final, y eso que durante muchos años la recibíamos en inglés. Ninguno de sus números se tiraban, y todavía hoy forman una colección fantástica que guardamos en el campo, donde cada vez que voy suelo coger un número al azar para volver a perderme en rincones de todo el planeta.

Vista general del Café-Restaurante. Imagen de National Geographic Store Madrid

Todo este rollo introductorio (perdonadme mis desvaríos nostálgicos) tiene su sentido. La revista es una parte de la National Geographic Society, una organización científica que apuesta desde hace ya muchos años por la investigación, educación, divulgación y protección del planeta, tanto a nivel natural como humano. Y en los últimos tiempos están trabajando en abrir locales bajo su enseña donde vender los productos que comercializan, y, como en el caso de Madrid, con café restaurante.

Lo cierto es que llevo pasando por delante de la puerta del National Geographic Madrid Store desde hace ya unos añitos, y siempre me había quedado con ganas de entrar, pero por un motivo o por otro nunca encontraba la ocasión. Hace un par de semanas tuve la suerte de recibir la invitación para un evento en el local en el que se presentaba la carta renovada del Café-Restaurante, y por supuesto no desaproveché la ocasión.

Algunos de los paltos de la carta. National Geographic Store Madrid.

La verdad es que el elfo y yo nos sorprendimos mucho de la que montaron los organizadores, todo un evento con lista de invitados que congregó a una gran multitud que se lo pasó en grande comiendo, bebiendo y disfrutando del espectáculo que montaron. Me gustó mucho la decoración y los ambientes que tiene el local, con la tienda abajo, barra de coctelería, auditorio, terraza.. Todo con un toque étnico-multicultural-selvático-explorador muy agradable.

National Geographic Café Restaurante in 
Madrid

La idea de presentación de la carta renovada me pareció estupenda. Por todo el espacio tenían distribuidas grandes mesas con los platos preparados y perfectamente presentados, divididos por continentes. Y es que, como no podía ser menos, la carta de National Geographic nos lleva por todo el planeta con platos de diferentes gastronomías, con un toque diferente y equilibrando las opciones de una manera que me pareció bastante equilibrada. Opciones para todos los gustos, vaya.

National Geographic Café Restaurante in 
Madrid

Esos platos tan bien dispuestos no se podían tocar, pero para eso haía repartidos por la sala cocineros de diferentes especialidades preparando pequeños bocados, y no dejaban de pasar simpáticos camareros con mini porciones de muchos platos distintos. Nos pusimos las botas sin darnos cuenta: pinchitos de pollo al curry, ensalada de algas con pulpo, mini hamburguesas, fajitas, gyozas de langostinos, dulces árabes, pinchos de ensalada caprese, sushi...

National Geographic Café Restaurante in Madrid

El evento tuvo tanto éxito que pronto se llenó hasta arriba y la verdad es que nos tuvimos que marchar antes de lo que nos hubiera gustado, pero es que no llevo nada bien los espacios cerrados a tope de gente y con mucho ruido; me agobio enseguida y se me aturulla la cabeza. Pero aún me esperaba otra sorpresita, y es que volvieron a contactarme por email para enviarme un regalito que no pude coger en su momento, así que hace unos días me llegó a casa esta agenda con la que me dan ganas de salir de viaje y llenar el cuaderno de notas y dibujos :).

National Geographic

Me queda volver bajo circunstancias normales para comer de carta o tomar el desayuno o merienda con vistas a la Gran Vía, y la verdad es que no creo que tarde en hacerlo. Cuando le conté la experiencia a mi madre me dijo que cuando venga de visita más me vale llevarle sí o sí, y de paso le podemos comprar un regalito a mi padre.

Si os interesa echar un vistazo al local y probar sus platos o pasar por la tienda, el National Geographic Store está en el número 74 de la Gran Vía, más cerca de Plaza de España que de Callao. Además organizan diferentes eventos a lo largo de todo el año, así que si os gusta el rollo aventurero, viajar por el mundo y conocer otras culturas, podéis consultar la agenda en su página web.

¿Habéis comprado alguna vez la revista National Geographic o sois espectadores de su canal? ¿Os gustan las publicaciones o documentales de naturaleza y otras culturas?
06 octubre, 2013

Muffins integrales de espelta con calabaza e higos. Llamando al otoño

Sabía que cuando el verano tardaba tanto en llegar, el otoño haría lo mismo. Sigo durmiento con el pijama veraniego y todavía no he podido hacer el cambio de armario, y eso que ya ha entrado bien el mes de octubre. ¡Quiero mi otoño!

Vale que esta semana hemos tenido dias grises y lluvia, pero no lo suficiente, in my opinion. Sobre todo, lo que quiero es que bajen las temperaturas. Quiero ponerme chaquetitas para salir a la calle. Quiero perder de vista las sandalias. Quiero sacar las mantas para el sofá. Quiero salir a correr sin regresar bañada en sudor.

Spelt pumpkin muffins with 
figs

Claro que no puedo quejarme demasiado, que en otras partes del país están mucho peor. Mi madre está desesperada ya con las temperaturas murcianas, pobre. Al menos los días son cada vez más cortos y por las noches refresca, pero lo malo de la casa de mis padres es que al tener que dormir con la ventana abierta los ruidos de la calle hacen muy complicado dormir. Menos mal que tienen el campo cerca para poder descansar, donde por cierto sigue estando mi gato, bien contento con sus juergas nocturnas. Es una pena que no pueda escaparme unos días en esta época, porque en otoño mi campo tiene un encanto especial y se está de maravilla.

Spelt pumpkin muffins with 
figs

En fin, he decidido cocinar platos otoñales para ver si las temperaturas se dan por aludidas, y qué mejor que encender el horno para preparar cositas bien especiadas. Limpiando el congelador encontré un par de bolsitas de puré de calabaza de la temporada pasada así que ya tenía excusa para sacar la bandeja de muffins. Con muchas especias, harina de espelta y un toque de los últimos higos de temporada, creo que quedaron de lo más otoñales.

Muffins integrales de espelta con calabaza e higos
Receta adaptada de Wholefood Baking
Ingredientes para 12 muffins

- 70 ml de leche de soja
- 75 g de queso fresco batido desnatado
- 30 g de mantequilla (vegetal sin grasas hidrogenadas en mi caso)
- 225 g de puré de calabaza
- 1 huevo L
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 130 g de harina de espelta
- 145 g de harina de espelta integral
- 2 y 1/2 cucharaditas de levadura química (impulsor)
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de clavo molido
- 1/4 cucharadita de cilantro molido (o nuez moscada)
- 1 pizca de sal
- 3-4 higos frescos

Spelt pumpkin muffins with figs

Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja con moldes para muffins.

Mezclar en un cuenco con unas varillas la harina de espelta, la levadura química, la sal y todas las especias. En otro recipiente, batir ligeramente la leche de soja con el queso fresco batido, la mantequilla, la vainilla, el huevo y el puré de calabaza.

Formar un hueco en los ingredientes secos y verter la segunda preparación. Mezclar suavemente con una espátula o lengüeta, hasta que no queden rastros secos. Repartir en los moldes y coronar con los higos cortados en láminas finitas o en cuartos.

Hornear sobre una rejilla a media altura durante 18-25 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo éste salga limpio. Esperar 10 minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Spelt pumpkin muffins with figs

¡Que tengáis un buen domingo! A mí me van a faltar horas para todo lo que tenía pensado hacer hoy, pero bueno, se hará lo que se pueda. Que la sesión de cine de esta tar
03 octubre, 2013

Receta de arroz con leche de avena y galleta caramelizada. Probando productos: Degustabox

Me gusta conocer iniciativas, proyectos y negocios que surgen aprovechando las posibilidades que ofrece internet, la blogosfera y la interactuación entre usuarios mediante las redes sociales. Hace tiempo que llevo viendo por la red distintas versiones de una idea original: recibir en casa cada mes una caja temática con contenido sorpresa, a un precio ajustado. He visto cajas de productos de belleza, de cosillas de manualidades, de productos infantiles, y claro, también de gastronomía.

Oatmilk rice pudding with crushed cookies

Seguro que a estas alturas casi todos habéis leído o probado el servicio de Degustabox, como nos enseñaron Teresa o Alya Mark hace unas semanas. Ya sabéis que me encanta conocer las cosas de primera mano para poder juzgar con propiedad, así que acepté con gusto la posibilidad de probar una de las cajas para conocer el servicio y el tipo de productos que incluyen en sus paquetes sorpresa.

Sólo hay que suscribirse para recibir cada mes una de las cajas con productos de alimentación; el contenido es sorpresa pero prometen ser de primeras marcas que van variando, y con un valor del doble de lo que cuesta la suscripción, que es de 12,99€ gastos de envío incluidos. No saber qué vendrá en cada envío es parte de la gracia, claro, a mí me resulta divertido no saber qué vas a recibir :). Y si no te convence, te puedes dar de baja en cualquier momento.

Degustabox

La semana pasada recibí puntual y sin problemas (menos mal que últimamente no me tocan mensajeros inútiles como otras veces) mi caja correspondiente al mes de septiembre. Curioseando por su web he comprobado que siempre se trata de productos de alimentación de marca, y en general apuestan por las novedades con lanzamientos de productos nuevos. Mi caja tenía:

Degustabox

Un paquete de tortitas dietéticas ecológicas de Gerblé, con kamut, arroz y sirope de ágave, mucho mejores que las insípidas que sólo son de arroz. Dos tetrabricks de las nuevas variedades de Alpro Central Lechera Asturiana: leche de avena y leche de almendra. Tengo que decir que yo consumo habitualmente leche de soja de esta marca (básicamente porque fue la primera que probé y me quedo con su sabor), y me encanta poder tener otras leches vegetales a mano.

Degustabox

Tres botellas de refresco Laimon Fresh, de limón, lima y menta, y cuatro botes de una bebida "contra la reseca" que me ha llamado mucho la atención.  No sé si esta Cool Dawn aliviará la resaca porque jamás he sufrido una, le daré a mi hermano un bote para que juzgue mejor que yo :P. El bote es muy mono y supuestamente despeja la mente mediante una combinación de extractos de hierbas, zumos cítricos y minerales.

Degustabox

Y mi parte favorita, ¡galletas! Las famosas caramelizadas Lotus, esas típicas que en las cafeterías de bien te ponen con el café, y unas alemanas con chocolate que son adictivas. Las dos variedades siempre me han gustado mucho y me alegra saber que cada vez son más fáciles de encontrar en los comercios.

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Oatmilk rice pudding with crushed cookies

Como no me podía quedar quieta he aprovechado un par de estos productos para hacer una receta. Se me encendió una luz cuando abrí la caja y decidí que era el momento de hacer por fin arroz con leche. Llevo años diciendo que tengo que hacer un arroz con leche apto para mi intolerancia y al final llegó el día, aunque le he dado un toque diferente.
Usando leche de avena queda un arroz muy meloso y con un sabor distinto pero muy reconfortante. Además he suprimido la típica canela para emplear vainilla natural y dar el toque final a este pudding con galletas lotus trituradas. Buenísimo!

Arroz con leche de avena a la vainilla con galleta caramelizada

Ingredientes para 2 personas

- 500 ml de leche de avena
- 50 g de arroz de grano corto
- 1 trocito de corteza de limón
- 1 trocito de vaina de vainilla
- 35-40 g de azúcar
- 1-2 galletas caramelizadas Lotus

Poner el arroz, la leche, el trocito de corteza de limón y la vaina de vainilla en un cazo. Calentar con suavidad hasta llevar a ebullición, removiendo con una cuchara de madera o de silicona. Bajar el fuego y dejar cocer lentamente, removiendo cada pocos minutos, durante unos 40-50 minutos. Añadir entonces el azúcar y remover constantemente hasta que se disuelva. Seguir cociendo hasta adquirir la textura deseada. Retirar el limón y la vainilla y dejar reposar.

Repartir en dos cuencos bonitos. Machacar con las manos o con una picadora una o dos galletas hasta dejar las migajas finas, casi en polvo, y repartirlas por encima de cada ración, al gusto. Guardar en la nevera hasta el momento de servir, pero mejor dejar templar un poco a temperatura ambiente para apreciar mejor los sabores.

Oatmilk rice pudding with crushed cookies

Cada familia tiene su forma de preparar el arroz con leche, así que ajustad el punto de cremosidad al gusto. Mi madre lo prepara más bien denso, aunque no tanto como uno riquísimo que probé en Gijón hace muchos años (sin saber que era intolerante a la lactosa, por eso me sentó aquella comida fatal, qué rabia). Mi suegra sin embargo lo hace mucho más líquido, sin que la cuchara se pueda dejar tiesa dentro, como yo digo. ¿Cómo os gusta más a vosotros?
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